miércoles, 22 de abril de 2009

"Si Diego me pide 'vení a jugar a Boca', sería difícil decirle que no..." (Entrevista a David Trezeguet)*

No para de hacer bromas: "¿Las fotos las hacemos al lado de la olímpica?". De pantalones cortos, una remera blanca y ojotas, David Trezeguet, al lado de la Pelopincho de lona azul de su tío Tomaso, en pleno barrio de Florida. A unos pocos metros, una parrilla desnuda los pocos restos de un asado veraniego. Mientras mamá Beatriz acerca un aerosol para que los mosquitos no boicoteen la entrevista, David, natural, amable, anti-divo, agarra una mesa de plástico, pide ayuda, y la corre hasta una sombra. "Acá vamos a estar bárbaro, ¿no?", invita. Vaso de gaseosa con hielo y play...
-¿Qué extrañabas? ¿El asado, los amigos, la...?
-(Interrumpe) ¡La familia! Hace dos años que no volvía a la Argentina. Hacerlo me hizo bien, sobre todo en volver a ver a la familia, a los amigos, las costumbres... La Argentina en general... el país que me dio la posibilidad de crecer en todo sentido.
-¿Cómo encontraste al país tras estos años?-Hace dos años atrás, cuando vine, era un momento crítico del país. Ahora lo encontré cambiado: la gente se adaptó a esa realidad. La mentalidad argentina es abierta. Encontré a la gente más positiva, más alegre. Me gustó. Fueron sólo diez días de vacaciones, pero por lo que hablé con mis amigos, con la gente que trabaja, hay estabilidad.
-¿Qué cosas hacés acá?
-Lo que no puede faltar es venir a ver a mi familia. Crecí con ellos. Siempre existe esa comunión entre nosotros, a pesar de la distancia. O volver a encontrar a mis amigos, el asado, todo... Me gusta también traerlo a él (NdeR: señala a su hijo francés, de seis años), para que conozca las raíces, de dónde vengo. Mi mujer es española y en casa hablamos en castellano. Por eso cuando viene se adapta, se hace entender.
-¿Y la gente del barrio?
-Es fuerte el impacto de la gente que dice: "Vuelve al barrio". No se lo esperan. Son cosas en la vida que nunca se olvidan.
-¿Te reconocen?
-La gente me sorprendió porque, años atrás, pasaba más inadvertido. Ahora ya empiezan a conocerme, el fútbol es muy popular... Para mí es importante tener el afecto de la gente del país que me dio la posibilidad de crecer.
-¿En algún punto está bueno cierto anonimato?
-¡Está bárbaro! En Italia es más difícil, la Juventus es el equipo más popular. Pero venir al barrio, salir a tomar algo con mis amigos, ir donde quiera, me cambia y me hace bien.
-¿Ves fútbol argentino desde Italia?
-Sí, pasan los partidos. El torneo argentino mucho no lo seguí este año, pero vi la final entre Boca y Estudiantes. Al ver las canchas llenas te dan ganas de probar la sensación de jugar en el fútbol argentino. No ahora, pero con el tiempo...
-¿Qué te pareció la definición del Apertura?
-Fue apasionante. Todos daban por favorito a Boca y ganó Estudiantes. Es lo lindo del fútbol. Los equipos chicos tienen posibilidades de hacer un buen papel en los campeonatos.
-¿Qué equipo te gustó?
-Estudiantes fue el que más me sorprendió. Con un técnico como el Cholo Simeone y con la Bruja Verón, empleó un juego más europeo con un equipo muy bien ordenado. El salto de calidad con Verón, con su experiencia, hizo la diferencia.
-¿Dónde jugarías cuando decidas volver?
-No lo pensé. Pero al ver la pasión que hay en el fútbol argentino, me gustaría tener una experiencia... Me fui muy joven de acá, tenía muy pocos partidos en Primera en Platense...
-¿Por qué vendrías?
-Una experiencia de juego, una experiencia humana. No económica. Pero al hablar con Maradona, el símbolo, me dieron ganas de jugar algún día acá...
-¿Cómo fue la charla?
-Tomando mate. A Diego lo conocí en Napoli, en la despedida de Ferrara. Fue algo muy particular, porque tuve la posibilidad de conocer a muchos jugadores importantes, pero haber conocido a Diego fue muy emocionante. Crecí con esta imagen de Diego, sabemos lo que representa en todo el mundo y haber estado en el San Paolo cuando todo el estadio cantaba su canción y coreaba su nombre, fue muy fuerte, muy impresionante... Diego me mostró que es un apasionado del fútbol, hablamos de todo, intercambiando anécdotas. Diego merece todo el respeto, es un grande de verdad. Y el momento de conocerlo...
-¿Cómo fue?
-Lo que más me marcó es que Diego sabía quién era yo. Me tocó mucho. El primer contacto fue emocionante, tener al ídolo y poder hablar con él, el abrazo, la foto... Conocer a Diego fue algo muy fuerte que no me lo brindó ningún otro, ni Zidane, Ronaldinho, Ronaldo, Van Basten, Pelé... Lo de Diego fue muy grosso.
-¿Y el otro encuentro?
-También para charlar y tomar mate. Nuestra pasión por el fútbol son horas de anécdotas. Diego es una enciclopedia de fútbol. Es un tipo simple que ama lo que hace. Abierto a cualquier tipo de gente.
-Diego va a querer que juegues en Boca: a vos de chico te tiraba River...
-¡Voy a tener un problema, je! Noooo, el club que más pasión me dio fue Platense. Es verdad: si Diego me pide "vení a jugar acá, a Boca, dale", sería difícil decirle que no. Veo la pasión que mete por Boca y es un jugador más, ¿entendés? Por esa pasión, sería difícil decirle que no. Igual, por el momento no lo pensé.
-¿Qué sabés de Gonzalo Higuaín?
-No lo vi jugar. Me hablaron por la posibilidad que tiene, si quisiera, de jugar en la selección francesa. Francia puso los ojos en él porque ve que es una promesa. Jugar a los 19 años en River quiere decir que tiene un nivel importante. Lo compró el Madrid con un técnico con el que trabajé: sin dudas que tiene futuro. La decisión de jugar en la selección o no la tiene que tomar tranquilamente. Todos le pusieron mi ejemplo, pero es diferente: yo nací en Francia, estuve dos años, acá no tenía la posibilidad de jugar en la Selección porque me había ido chico y me dieron la posibilidad en la sub 20 de Francia. Así se fue dando todo. Dos años después que llegué me encontré siendo campeón del Mundo en el 98. Pero él jugó en River, ahora va al Real: no tuvo esa experiencia de haber vivido en Francia como la tuve yo. Seguro que su elección es diferente.
-¿Cómo tomaste la experiencia de jugar en la B con la Juventus?
-Tuve un tiempo difícil. Para mí fue un Mundial difícil porque no jugué y pensaba hacerlo. Habíamos salido campeones con la Juve, había metido 24 goles. Pienso que cuando jugás en un equipo grande como la Juventus no tiene que haber ninguna duda de que tenés que estar en la cancha. Francia optó por un juego más defensivo, por un solo punta, un 4-5-1.
-¿Tuviste problemas con el entrenador?
-Ninguno. Pero pienso que somos todos jugadores de alto nivel y queremos jugar. Yo dije que merecía estar entre los titulares. Un jugador que demostró en un gran club y que en la selección hizo 35 goles en 60 partidos... O sea... El ejemplo más claro es Lucas Toni: en un año hizo 30 goles en la Fiorentina y fue titular en Italia. Y los años anteriores no había jugado. Yo, en la selección, tengo una trayectoria de ocho años... Acá no es como el caso Batistuta-Crespo, que tienen características iguales. Henry y yo somos diferentes. Jugamos juntos ante Togo y nos clasificamos...
-Volviendo a la Juve... ¿Fue duro asimilar que ibas a jugar en la B?
-El club decidió que se fueran ocho de los titulares. Pero no aceptó ninguna oferta por mi pase. Por un lado, para mí fue difícil aceptarlo. Camoranesi, Del Piero, Buffon y yo, los que nos quedamos, estamos pagando por los errores de los directivos. En el campo de juego demostramos ser los mejores. Después, lo que hizo el club por atrás... Luego me hicieron entender que fue una elección y para mí también es un honor que me hayan considerado intransferible. Quedan seis meses. Arrancamos con -30 puntos, luego con -17, ahora estamos a un punto del primero...
-Muchas veces te pretendió el Barcelona...
-Siempre me gustó el fútbol español. Vengo de la cultura del fútbol argentino, que es parecido. El torneo italiano es el de más nivel... Pero hice cinco años en Mónaco, siete en Italia, y me gustaría tener una última experiencia. La prioridad la tiene la Juve. Quiero quedarme pero con un equipo competitivo. Fui claro con los dirigentes: quedar entre los seis primeros no me interesa.
*Artículo publicado en el Diario Olé el 5 de enero del 2007.

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