Antes de entrar a Rosario tomen la circunvalacion dirección cordoba ok?". El SMS de Lionel Messi, a las 9.38, marca un cambio de rumbo. ¿No estaba en Arroyo Seco? ¿Hoy tocaba doble turno en Rosario? En realidad, el punto de trabajo elegido por los Messi (papá Jorge y Leo) y el físico del Barcelona, Juanjo Brau, está en Funes, a unos 15 kilómetros de la ciudad natal de Lionel. Veinte minutos después, tras seguir la huella que deja su Mini Cooper en el camino interno del country Kentucky, Olé llega hasta una cancha que limita con otra, y que se extiende bajo un silencio reparador. Sin curiosos. Ni cholulos. Sólo Messi, con sus botines nuevos, y el especialista del Barcelona. "Por suerte ya pasó lo más aburrido, que era cuando estaba con muletas... Lo mismo que correr sin pelota, no sabés... Para colmo a mí, que correr no es mi fuerte, jeje", bromea. El encuentro relajado dio pie para tocar otros temas, y mostrar al otro Messi, al que no siempre captan las cámaras.
—¿Sos un tipo fácil para convivir o la espera te hace inaguantable?
—Y, no me gusta estar mucho tiempo en un mismo lugar, je. Pero soy sencillo.
—¿Qué cosas extrañás del vestuario del Barsa?
—Los momentos antes del partido, la hora y media previa. Es muy lindo vivirlo ahí, por todo lo que se hace...
—¿Y qué se hace?
—Hablar, boludear, jugar con la pelota...
—¿En qué lugar del vestuario te cambiás?
—Yo tengo de un lado a Ronaldinho y del otro a Motta y a Deco...
—¡Te rodearon los brasileños!
—Sí, je, agarramos la pelota y nos ponemos a boludear hasta que se hace la hora de entrar a la cancha.
—¿Lograste poner música en el vestuario?
—Noooo, yo tengo mi música, cada uno tiene la suya. Nadie pone para todos.
—¿Cómo? ¿Y cuál se escucha entonces?
—Cada uno escucha lo suyo. Hip-hop, reggaetón, esas cosas. Pero los jugadores tienen su ipod, los ves caminando con los auriculares en la oreja, jeje. Ronaldinho escucha samba, pero despacito, yo lo oigo porque estoy al lado.
—¿Se pone a bailar en el vestuario?
—Ronnie es como se muestra en la cancha, y hace lo mismo cuando no lo ve la gente.
—¿Qué momento elegís para concentrarte?
—No soy de concentrarme, ni pensar en el partido. Recién cuando llega la hora de salir a la cancha lo pienso. Pero no soy de analizar cómo voy a jugar.
—¿Cuál es la camiseta que más te piden?
—Mi hermanita me había pedido la de Ronaldinho y se la traje. Obvio, se la hice firmar, jeje. La de Deco también. Esas dos.
—¿Y vos sos de pedir camisetas?
—Cambié muchas, pero a la que más importancia le di es a la de Aimar. Siempre dije que quería esa camiseta y cuando me tocó jugar contra el Valencia, me la dio. Es la que guardo con más cariño.
—¿Alguno te pintó?
—No, porque no soy de pedir, no me gusta, pedí una vez nomás a Zidane y me la dio... Fue la primera vez que jugué contra el Real.
—¿Qué famoso te sorprendió?
—Me pasó en un partido, con Ronaldo. Jugábamos contra el Madrid y antes de empezar me dio la mano y me dijo: "Hola Leo". Eso me chocó, y él se reía solo... No me lo esperaba.
—¿Metiste el bichito de Newell''s en el vestuario?
—Cuando salió campeón, mis compañeros lo sabían, miraban los partidos, me contaban cosas...
—¿Aprendiste a convivir con la fama?
—Nunca me hinchó las bolas, al contrario, siempre estoy bien predispuesto con la gente. Soy muy agradecido, y lo sigo haciendo igual.
—¿Podés ir al supermercado o tomar un subte?
—En la Argentina, no. Igual, no tengo problemas en salir y que la gente me salude por la calle. En España es más tranquilo, todos los días salgo a caminar por el centro con mi hermano, mi cuñada y mi sobrinito. Acá no puedo, lo intenté varias veces, pero no hay caso.
—¿Cuántos romances te inventaron?
—Varios, y ninguno fue verdad. Dijeron de todo...
—¿Te molesta eso?
—No. Los que están cerca de mí y de mis cosas, saben que es mentira. Los demás, no me interesan.
—¿Qué te hace llorar?
—Que le pase algo feo a mi familia. Eso.
—¿Y enojar?
—Uff, me enojo por boludeces, por cualquier cosa.
—¿Sos calentón?
—Síiiii, en todo y por todo. Me caliento rápido.
—¿Por la ropa?
—Nooo, al contrario, a mi hermano le doy todo.
—¿Te gustaría jugar en el fútbol argentino, por ejemplo en Newell''s?
—Sí claro. De Newell''s soy hincha, pero en otro equipo igual estaría bien.
—¿Tenés algún ídolo de Newell''s?
—No, nunca tuve. Pero a mi viejo le gustaba Martino.
*Publicado en Olé el 2 de febrero del 2007
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