Sábado 23 de mayo, playón del Camp Nou, 10.30 horas. El mismo sitio, casi la misma hora, poco más de siete años después... Ajenos al calor de la primavera catalana, decenas de hinchas del Barcelona se amontonan sobre el acceso al parking cubierto del estadio blaugrana a la espera del ídolo que los enloquece, que los regocija, y que los llevó a festejar un doblete histórico que aún puede extenderse con la conquista de la Champions League. Todos quieren una foto con Messi. Pero pasa Guardiola, quien con un gesto amable baja el vidrio de su ventanilla y regala autógrafos sin parar. "Pep, moltes gracies per tot" (Pep, muchas gracias por todo), lo elogia un noi (un niño) entre llantos. Atrás aparece Henry y las chicas deliran con la sonrisa fácil del francés. Pero aún no hay noticias de Lionel Messi, a quien espero en el mismo sitio, casi a la misma hora, pero siete años después de haberlo conocido. Entonces vuelve a la mente el vaticinio del argentino Guillermo Hoyos, quien por entonces era el entrenador del rosarino en las Inferiores del Barcelona. "Tiene cosas de Maradona, tienes que verlo", me avisó en días en los que Lionel (Leo para sus compañeritos de la cantera culé) se destacaba en el equipo de Cadetes junto a Cesc Fábregas y Gerard Piqué. Al equipo lo llamaban Dream Team y ganaba sus partidos por una diferencia de siete u ocho goles. Y Messi, como efectivamente me decía Hoyos (hoy DT en el fútbol griego) ya mostraba cosas de Maradona.De repente, el caos. "¡¡Messsiiiiiiiiiiiiii!!", grita una chica del barrio de Eixample que se pasó toda la mañana esperando el encuentro, aunque sea fugaz, con el argentino del Barsa. La presencia de Messi, sentado al volante de su camioneta, fue el detonante de una muestra de cariño que por la noche se repetiría durante los festejos del doblete tras el partido contra Osasuna. Pero ahí está La Pulga, quien descubre la presencia de 2 de Punta en medio de la multitud y hace una seña, corta, clara, pero reparadora. "Aguantame ahí", promete. En el mismo sitio, casi a la misma hora, pero siete años después de haberle hecho la primera entrevista para un medio de la Argentina. No bien comienza el entrenamiento a puertas cerradas, aparece una mala noticia: a pesar de que Lionel no irá ni al banco ante Osasuna, Guardiola lo citó para que esté junto a sus compañeros. En otras palabras, el encuentro con 2 de Punta debe demorarse un día. "No habrá problemas", tranquilizan desde el entorno de Messi. "No habrá problemas", redobla la calma, y la promesa, el propio crack argentino. "Este tío es la hostia, sólo Leo es capaz de irse de tres o cuatro jugadores y crearte una ocasión de gol. Cristiano Ronaldo es completo, pero no es capaz de hacer lo de Messi", comenta, extrovertido, Piqué. El domingo, entonces, es el día señalado.Domingo 24 de mayo, otra vez en el playón del Camp Nou... "¿Hablamos un rato?", invita Lionel mientras suena reggaetón en el interior de su camioneta. Parece el mismo que conocí cuando aún estaba lejos de debutar en Primera. Tímido, cálido, sencillo, y de hablar corto pero contundente. "Este es el partido soñado, voy a cumplir un sueño. Quiero el triplete. No estoy nervioso, la verdad que vivo todo con mucha calma, pero sé que estamos ante un partido muy importante", confiesa en el mano a mano con 2 de Punta.
-¿Es el mejor momento de tu carrera?
-Sí, creo que es mi mejor año, estoy muy feliz por cómo se fue dando todo. Empezamos de a poco, poniéndonos objetivos concretos, y se fue dando todo. Disfruté mucho de todo lo que pasó y todavía nos queda un partidazo por delante.
-¿El Barcelona es el mejor equipo del mundo?
-Mis compañeros siempre son los mejores. Esté en donde esté. Con esa mentalidad yo salgo a la cancha. No va a ser fácil, pero creo que nos merecemos la Champions por todo lo que demostramos en este camino a la final.
-¿Tenés un duelo personal con Cristiano Ronaldo?
-No, nada que ver. Acá juegan el Barcelona contra el Manchester United, no es Cristiano Ronaldo contra Messi. No me lo tomo así, eso es lo que piensan más los de afuera que yo. Hoy tengo la cabeza metida en la final, en el equipo. Es un partido que quiero disfrutar y ganar. No hay que creérsela, hay que ir humildes como siempre.
-¿Apostaste algo con Tevez?
-No, cada uno está muy metido en lo suyo. Carlitos demostró que es un jugador muy importante y en la final, cada uno va a tirar para su lado.-¿Los argentinos para quién van a hinchar?-Ja, ja, no sé, no sé, pero creo que están muy felices de que haya jugadores argentinos en un partido tan importante. Seguro que con lo futboleros que son en nuestro país, lo van a disfrutar mucho.
-¿Te agobia todo lo que generás?
-Nooo, soy muy agradecido del cariño de la gente. Sé que a lo mejor hay muchas cosas que no puedo hacer, como ir a caminar por ahí o al cine, pero el cariño de los hinchas y todo el afecto que me dan no tiene precio...
La charla está por llegar al final. Al menos, de la primera parte, porque queda la promesa de hablar tras la final en Roma para el programa de radio del sábado próximo. "Creo que hicimos un buen fútbol, sería lindo cerrar la temporada con la Champions, sería inolvidable", se despide Lionel. El referente blaugrana en un equipo que hizo historia. El chico que sigue siendo el mismo, en el mismo sitio, casi a la misma hora, pero siete años después...
La charla está por llegar al final. Al menos, de la primera parte, porque queda la promesa de hablar tras la final en Roma para el programa de radio del sábado próximo. "Creo que hicimos un buen fútbol, sería lindo cerrar la temporada con la Champions, sería inolvidable", se despide Lionel. El referente blaugrana en un equipo que hizo historia. El chico que sigue siendo el mismo, en el mismo sitio, casi a la misma hora, pero siete años después...
Publicado en 2 de Punta.
Audio de la entrevista: